Exposición “Palimpsesto 1226-2012”, Año 2015
Proyecto “Palimpsesto 1226–2012” se presentó en
Fotogalería Arcos de Instituto Profesional Arcos, Chile
Curadora: Gabriela A. Gay
“Todo lo que acontece a continuación se explica desde el privilegio. Desde la tranquilidad. Desde los brazos que alguna vez acompañaron la inagotable fuente de la oscuridad que nos sigue, querida, día a día. Pero, pese a todo, no somos tan diferentes y somos tan compañeras como los recuerdos que nos persiguen lo son de nuestra memoria.
El proceso comienza con no saberse perdido y encontrarse de golpe. Buscar donde se desconoce aquello que se encontrará. Sentir que las formas no encajan, que la mente no calma, que el corazón y las imágenes no coinciden. Aceptarse incansablemente perturbado cada día. Toda la potencia, la posibilidad de todas aquellas puertas que se cerraron en algún momento para abrir otras; todas las opciones incompatibles, creadoras de caminos que se bifurcan y se alejan inevitablemente. No solo la tierra separa, y ahora los ojos miran desde un lugar en el que se está mejor: menos terrible, menos vulnerable; no por ello menos solitario.
Luego se busca la peor compañía, la que no existe. El torbellino de sinsentidos y de vacíos que te carcome la piel. Metafóricamente, claro, pues en otra parte del mundo te consumes de manera literal. Aún no lo sabes. Pides respuestas, exiges que un sistema corrompido levante piedras que se niegan a ser levantadas y, con la valentía propia de la gente herida, desmoronas montaña tras montaña y te desmoronas tú también. Madres todas las que no son madres. Hijas todas las que tuvieron que nacer de nuevo.
Finalmente, y como una ecuación casi matemática, vemos los rostros. Vemos parte de los rostros. Vemos las marcas y las grietas de los rostros. Todo igual y disímil. Miradas lejanas, agotadas, equivalentes y distantes: muertas de tanto buscarse y esconderse. Teresas anacrónicas que sostienen el mundo como pilares y que transforman la realidad privada en la universalidad que nos consume. Basta ver la soledad reflejada en las pupilas de unos y las sonrisas rotas de otros, pero llenas a más no poder de un cariño extraño y ensordecedor, para entender que este vacío que te absorbía tenía un sentido propio. Un significado personal y compartido, pese a no saber nada de nada. Pese a haber sido tan joven. Pese a haber estado en los huesos.
Como una forma de exposición, o de demostrar que aquello que quiso ser borrado puede volver a aparecer y significar, Palimpsesto 1226 – 2012 renueva los contrastes de viejas historias que nunca llegaron a ocurrir. Los contrastes y claroscuros de una vida que no es la propia, que da esperanzas, que destruye, que enfurece. Es la búsqueda infatigable, obsesionada, persistente. Es la imagen de quien captura exponiéndose a sí mismo tras y a través del lente, reflejando verdades escondidas durante años, personas ocultas tras un tupido velo. Sacar a la luz lo que fue silenciado: lanzarse al vacío y esperar lo mejor. Siempre lo mejor”.
Texto por Gabriela A. Gay